sábado, marzo 15, 2008

MOVIMIENTOS CIUDADANOS: EL MOVIMIENTO SOCIAL Y LAS HUELGAS EN FRANCIA (1995)


Las huelgas de 1995 en Francia fueron las más importantes desde las de mayo 1968. Los estudiantes y después todos los trabajadores del sector público y privado se manifestaron en contra del Gobierno de Alain Juppé que propone una reforma sobre las jubilaciones y la Seguridad Social de los trabajadores del sector público.
Juppé propone esa reforma porque un tema importante para el gobierno es la fractura social, dentro de un país donde hay 8 millones de personas sin trabajo o con un trabajo precario. Quiere disminuir los gastos dentro de algunos sectores para favorecer a otros.
Esas medidas tienen como objetivo disminuir los gastos del Estado en el sector de la salud (y de la jubilación). Pero este plan choca con la hostilidad de una gran mayoría de la opinión pública (80% de la población piensa que es injusto porque se concentra particularmente en las poblaciones más frágiles y pobres del país).

Esa protesta contra la reforma de Juppé se convirtió en una protesta contra todas las desigualdades que hay en la sociedad e implicó a todas las ramas de trabajadores. Fue una contestación global de todos los ciudadanos.
Se movilizaron los trabajadores de los transportes públicos (SNCF, RATP…), los de las grandes administraciones (La Poste, EDF-GDF, Éducation Nationale, sector de la salud, de las comunicaciones…), los funcionarios del sector público así como los obreros y ejecutivos de las empresas privadas.
Los manifestantes pedían la retirada de las proposiciones gubernamentales. Por eso hubo durante todo el final del mes de noviembre y el mes de diciembre millones de manifestantes de todos los sectores en las calles. El punto culminante del movimiento fue el día 12 de diciembre con 2 millones de manifestantes.
El eslogan principal de los huelguistas era “¡Todos juntos!” (porque es unas de las primeras manifestaciones donde participan juntos los trabajadores del sector público y privado).
Los resultados de esas protestas fueron: el 15 de diciembre, el gobierno anula su reforma sobre las jubilaciones, la función pública y los regimenes especiales. Pero rechaza ceder sobre la Seguridad Social. Esto conduce a la salida de Alain Juppé (que no tiene la confianza de los ciudadanos) y de su Gobierno y a elecciones anticipadas que dan lugar a la llegada de una mayoría de izquierda y al fin de las manifestaciones porque, como la nueva mayoría está en contra esa reforma, se acaba con ella.
Creo que hoy en día también hay huelgas u otros movimientos pero no se ve unas solidaridad, unidad tan importantes entre los trabajadores de todos los sectores.
Como conclusión, podemos decir que hacer un movimiento ciudadano se debe estudiar muy bien. Lo mejor es hablar antes de hacer manifestaciones. El Estado tendría que consultar siempre a los sindicatos y estos deberían saber si las protestas que hacen son justificadas o no. Paralizar un país no es fácil y nunca se debe olvidar que es la población la que tiene el poder de decir lo que quiere y no solamente los representantes del Estado o los miembros de los sindicatos.

Lucas Rodríguez