MOVIMIENTOS CIUDADANOS: PAPELERAS EN URUGUAY
Los ciudadanos de Gualeguaychú y de otras ciudades argentinas situadas sobre la orilla del río Uruguay se manifiestan contra la instalación de plantas papeleras en el río desde 2006.
Se han movilizado para denunciar la instalación de unas plantas papeleras de la empresa Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos, sobre el río Uruguay, que provocaran la contaminación del río, compartido con Argentina, y que constituye el principal recurso turístico y, por tanto económico, de la ciudad de Gualeguaychú.
Se han manifestado cortando el puente que cruza el río Uruguay y que une Gualeguyachú con Fray Bentos, impidiendo el paso del tráfico, tanto comercial como particular, logrando la adhesión al corte de puentes en otras ciudades costeras.
Hasta el día de hoy no han conseguido ningún resultado favorable, ya que las plantas papeleras no han sido retiradas y están comenzando su funcionamiento. Aunque los ciudadanos de Gualeguyachú dicen que las plantas de celulosa serán contaminantes para el río y el ecosistema, el gobierno uruguayo se empeña en sostener que dichas fábricas son completamente seguras y limpias, gracias a la tecnología utilizada en ellas.
En mi opinión, los conflictos entre dos países que comparten un río deberían ser resueltos siguiendo el Derecho Internacional sobre Cursos de Aguas Internacionales y el Derecho Internacional Ambiental, que establecen la utilización y participación equitativa y razonable del curso de agua; la obligación de no causar daño sensible, y la obligación de cooperar. Además, se debería buscar siempre el desarrollo sostenible, es decir, que no sólo produzca crecimiento económico, sino que también contemple el equilibrio medioambiental.
Pablo Giomi
Se han movilizado para denunciar la instalación de unas plantas papeleras de la empresa Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos, sobre el río Uruguay, que provocaran la contaminación del río, compartido con Argentina, y que constituye el principal recurso turístico y, por tanto económico, de la ciudad de Gualeguaychú.
Se han manifestado cortando el puente que cruza el río Uruguay y que une Gualeguyachú con Fray Bentos, impidiendo el paso del tráfico, tanto comercial como particular, logrando la adhesión al corte de puentes en otras ciudades costeras.
Hasta el día de hoy no han conseguido ningún resultado favorable, ya que las plantas papeleras no han sido retiradas y están comenzando su funcionamiento. Aunque los ciudadanos de Gualeguyachú dicen que las plantas de celulosa serán contaminantes para el río y el ecosistema, el gobierno uruguayo se empeña en sostener que dichas fábricas son completamente seguras y limpias, gracias a la tecnología utilizada en ellas.
En mi opinión, los conflictos entre dos países que comparten un río deberían ser resueltos siguiendo el Derecho Internacional sobre Cursos de Aguas Internacionales y el Derecho Internacional Ambiental, que establecen la utilización y participación equitativa y razonable del curso de agua; la obligación de no causar daño sensible, y la obligación de cooperar. Además, se debería buscar siempre el desarrollo sostenible, es decir, que no sólo produzca crecimiento económico, sino que también contemple el equilibrio medioambiental.
Pablo Giomi
posted by Vicente at 7:01 a. m.
1 Comments:
Es importante recordar que el gobierno de la provincia de Entre Ríos, Argentina, anteriormente fomentó mediante subsidios las plantaciones forestales y la instalación de plantas de celulosa. Se dice que Botnia se vino al Uruguay luego de la coima exigida por el gobernador de Entre Ríos. Los piqueteros que mantienen cortadas las rutas al Uruguay reciben subsidios de ese gobierno, afectando la industria turística y logística del Uruguay, particularmente al puerto de Montevideo, que hace tiempo viene desplazando al de Buenos Aires en el comercio de la región. Hay muchos intereses económicos por detrás de este conflicto, y en mi opinión se trata de un país grande presionando y agrediendo a otro más pequeño, mientras los demás países de la región (principalmente Brasil) prefieren mirar hacia otro lado, dejando en evidencia la inoperancia de las instituciones del MERCOSUR.
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